La obra cumbre que el genio de Buonarroti proporcionará a Roma como cabeza de la catolicidad es la definitiva construcción de la basílica de San Pedro, que ni Bramante, Rafael, Peruzzi, Giuliano de Sangallo ni su sobrino Antonio de Sangallo el Joven habían podido levantar desde la primera piedra bendecida por Julio II en 1506.
El Anfiteatro Flavio -más conocido como Coliseo- fue el mayor edificio levantado por Roma y quizá el mayor también de toda la Antigüedad.
Quizás la más famosa construcción romana en la Península es el Acueducto de Segovia.